Por: Noel F. Alvarado
A un año de la firma de la "Declaratoria de las comunidades, ejidos y el Gobierno de la Ciudad de México, en el contexto de la Cuarta Transformación", la Secretaría de Gobierno ha impulsado una política de diálogo con este sector de la capital, así lo aseguró Gilberto Ensástiga Santiago, director general de Asuntos Agrarios.
En el marco del Aniversario Luctuoso del General Emiliano Zapata, que se conmemora el 10 de abril, dijo que en coordinación con las diferentes autoridades locales y federales competentes se ha buscado atender las principales demandas de personas comuneras y ejidatarias, como son: La tenencia de la tierra, conflictos limítrofes, padrones obsoletos, juicios agrarios y afectación de zonas forestales.
Señaló que se ha logrado establecer una nueva forma de interacción directa, honesta y de acompañamiento comprometido con este sector, al tener como eje principal el diálogo y la vinculación interinstitucional.
Expresó que por ahora, debido a la emergencia sanitaria por COVID-19, se han postergado diversas actividades con los integrantes de núcleos agrarios, pero se ha mantenido comunicación permanente con ellos y en cuanto las condiciones los permitan se retomarán.
El servidor público recordó que en mayo de 2019 se instaló el "Consejo de los Núcleos Agrarios de la Ciudad de México", el cual ha sesionado cinco veces de forma ordinaria y dos de forma extraordinaria, y ha permitido conocer y socializar las situaciones que se presentan en el sector agrario.
Añadió que septiembre del mismo año iniciaron las mesas de trabajo de la Coordinación Agraria Interinstitucional (CAI), integradas por la Procuraduría Agraria, el Registro Agrario Nacional y el Instituto Nacional del Suelo Sustentable, con el objetivo de definir estrategias para la atención prioritaria de conflictos agrarios añejos.
Comentó que en ese mismo mes se realizó Primer Encuentro de Mujeres Ejidatarias de la capital, con la presencia de más de mil, provenientes de 43 núcleos agrarios, donde se les ofrecieron servicios y asesorías, además se acordó la publicación del libro Las memorias de las mujeres ejidatarias y comuneras de la Ciudad de México.
Agregó que para ello, el 27 de marzo de este año se firmó el Convenio de Colaboración con la Universidad Autónoma Metropolitana, plantel Iztapalapa, la cual realizará la investigación de campo, redacción y edición del libro, así como la impartición de 4 talleres y la grabación de 49 video-cartas.
Ensástiga Santiago mencionó que como parte de las acciones de coordinación interinstitucional, la Dirección General de Asuntos Agrarios se incorporó a la Mesa Agraria, instalada por la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) en enero de 2020, como un espacio donde se busca atender las problemáticas de tenencia de la tierra.
Comentó que también se han realizado recorridos en los 43 núcleos agrarios, en donde se han detectado diversas problemáticas, entre ellas la falta de actualización de padrones y sucesión de beneficiarios, como consecuencia de la distancia de las oficinas a los núcleos, desconocimiento de los trámites y la edad avanzada de los sujetos agrarios.
Dicha situación, dijo, genera que las asambleas no alcancen el quórum suficiente para lograr sus acuerdos; la falta de personalidad jurídica para tener la acreditación de la propiedad ante un litigio o su incapacidad para elegir una representación sólida que pueda atender la problemática con legitimidad.
Por otro lado, mencionó que la próxima Convención Agraria de la Ciudad de México se erige como una herramienta de reflexión, consulta e intercambio de experiencia para ejidatarios y comuneros, quienes podrán expresar su versión de los problemas agrarios, fortalezas y debilidades, obstáculos para el crecimiento y desarrollo de los núcleos agrarios.
Es necesario revisar qué factores políticos, sociales y económicos pueden y tienen que retomarse, que hagan posible el rescate de valores y principios rectores fundacionales del artículo 27 Constitucional, establecidos a partir de 1917, defendidos por el General Emiliano Zapata, y resumidos en el lema: La tierra es para quien la trabaja, concluyó Ensástiga Santiago.
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