Por: Noel F. Alvarado
El Registro Civil de la Ciudad de México informó que 185 personas privadas de su libertad en Centros Penitenciarios y de Reinserción Social, contrajeron matrimonio civil en lo que va de 2018.
La directora general, Martha Laura Almaraz Domínguez, puntualizó que 79 parejas decidieron legalizar su unión en el Reclusorio Preventivo Varonil Oriente y 32 en el Centro Varonil de Reinserción Social de Santa Martha Acatitla.
Señaló que en los Centros Varoniles de Seguridad Penitenciaria I y II, considerados de alta seguridad, se contabilizaron 29 casamientos y 23 más en el Centro Femenil de Readaptación Social.
Destacó que la campaña Matrimonios, Concubinatos y Registros 2018, también sumó 20 matrimonios en el Centro Femenil de Reinserción Social Santa Martha Acatitla y otros dos en el Reclusorio Norte.
"Al formalizar las relaciones, dotan de seguridad y certeza jurídica a sus parejas e hijos, se garantizan y amplían derechos de las familias y se generan mejores expectativas de vida para la reinserción", añadió.
Sostuvo que tanto el Jefe de Gobierno, José Ramón Amieva Gálvez, como el consejero Jurídico y de Servicios Legales (CEJUR), Vicente Lopantzi García, continuarán impulsando la estrategia de matrimonios colectivos, la cual exenta del pago de derechos y del correspondiente al acta a esta población.
El coordinador del Juzgado Móvil del Registro Civil, Pavel Rivera Soriano, indicó que los trabajos están elaborados con personal del Área de Trabajo Social de la Subsecretaría de Sistema Penitenciario.
Este día, en la Jornada de Acciones del Registro Civil, el Juez Rafael Sánchez Plata casó a nueve parejas y registró a tres menores, hijos de internos, en el Anexo del Reclusorio Oriente,
"Los esfuerzos con la Secretaría de Gobierno buscan eliminar todo obstáculo que pudiera existir en el proceso de reinserción y dotar de legalidad las relaciones, a propósito de facilitar el acceso a sus visitas los días de convivencia", abundó.
Refirió que la determinación de los padres de registrar a los infantes, permite incorporarlos a servicios escolares, médicos y programas sociales.
Después de la ceremonia civil, se llevó a cabo una convivencia que incluyó la tradicional partida de pastel y la presentación de un grupo musical.
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