Alan Ávila, el dirigente juvenil con mañas de viejo.
El Partido Acción Nacional se ha distinguido por darle a los jóvenes espacios de oportunidad para desarrollarse en el plano político desde hace muchos años, a través de la organización dedicada a la formación de nuevos cuadros del blanquiazul, llamada "Acción Juvenil".
Hace casi 2 años los jóvenes del PAN eligieron a su actual dirigente Alan Daniel Ávila Magos, quien prometió lograr candidaturas a jóvenes en todos los estados de la República, también dijo que otorgaría becas en el extranjero para la formación de los jóvenes, aseguraba que los jóvenes estarían en las calles y que sería esta generación de jóvenes quienes llevarían de vuelta al PAN a Los Pinos.
Para sorpresa de propios y extraños, Alan Ávila cambió mucho durante este periodo, lo acusan de mentir para lograr acuerdos, de atacar por la espalda a quien en su momento lo ayudaron a llegar hasta la silla donde hoy despacha, de incapacidad política para renovar el programa de becas al extranjero que su antecesor había logrado construir, ha sido tachado de flojo, pues desde que Alan Ávila es Secretario Nacional de Acción Juvenil las actividades representativas de la organización desaparecieron, los juveniles se quejan porque durante estos dos años no hubo Encuentro Nacional de Acción Juvenil, la celebración más grande y emotiva para los miembros más jóvenes del PAN.
Las cosas fueron subiendo de tono cuando en 2017, Alan Ávila se impuso como coordinador de jóvenes en la campaña de Josefina Vázquez Mota, ¡algo inédito! Nunca en la historia de Acción Juvenil el Secretario Nacional había tomado posiciones correspondientes a líderes juveniles estatales. Aun con dicha imposición, el Secretario decidió no honrar su palabra y se fue a Inglaterra, aprovechando una beca "a escondidas" y "en lo oscurito", misma que pudo otorgar a cualquier otro miembro de Acción Juvenil, pero su ambición apenas crecía…
A finales del año pasado, la Secretaría Nacional se empezó a desmoronar, pues la mayoría de los Coordinadores Nacionales renunciarían a sus respectivos cargos, la SNAJ (Secretaría Nacional de Acción Juvenil) perdía fuerza y se debilitaba para la contienda presidencial de este año. Llegada la campaña de Ricardo Anaya, los jóvenes del PAN estaban listos para salir a defender a su candidato, de trabajar para que Acción Nacional recuperara el gobierno federal, sin embargo, Alan Ávila no logró construir confianza con el equipo de campaña del candidato, su conocida flojera para trabajar, la mala actitud y poca empatía con los jóvenes no le permitieron lograr tener el respaldo de la campaña y así, Alan Ávila pasaría a la historia como el Secretario Nacional incapaz de hacer siquiera un solo evento para su candidato presidencial.
Al término de la campaña presidencial comenzaron los rumores acerca de una posible reelección de Alan Ávila, pero nadie lo tomó en serio, pues el desempeño había sido sumamente deplorable, por lo que en Acción Juvenil nadie tomaba en cuenta dicha aspiración, sin embargo el actual Secretario sacó su lado más ambicioso el pasado miércoles 5 de septiembre, pues cabe resaltar que la edad máxima para poder aspirar a dicho cargo es de 26 años y Alan Ávila cumplirá esa edad el siguiente lunes 17 de septiembre, por lo que en estricto no podría participar de acuerdo al Reglamento de Acción Juvenil, pero sus artimañas lo llevaron a pedir licencia para que su coordinador general asumiera el cargo y fuera él quien emitiera la convocatoria para la renovación de la SNAJ, pensando en poder impugnar su propia convocatoria (ahora emitida por el coordinador general) en los siguientes días y así, lograr participar en la próxima asamblea nacional.
Para sorpresa de todos, ahí no acaban las jugadas turbias de Alan Ávila, pues luego de pedir licencia, regresó como SNAJ para dirigir un evento de mujeres jóvenes en Jalisco y reunirse con Secretarios Estatales.
Ha sido una etapa de sentimientos encontrados para Acción Juvenil, el Secretario defraudó a sus votantes, traicionó y decepcionó a mucha gente, se ha quedado solo, no tiene un equipo nacional ni local respaldándolo, ha perdido adeptos, Alan Ávila se volvió el ejemplo de lo que un joven político no debe ser, Alan Ávila usó prácticas de la política sucia que no queremos en México. Ha dado un salto conducido a un suicidio político en Acción Nacional.
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