Por: Noel F. Alvarado
El Gobierno de la Ciudad de México firmó un Convenio Específico de colaboración entre la Secretaría del Medio Ambiente (SEDEMA) y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) para conjuntar esfuerzos en el desarrollo de proyectos de ciencias atmosféricas y de calidad del aire en la CDMX.
El Jefe de Gobierno de la CDMX enfatizó la sinergia que se produce entre ambas instituciones, universidad y gobierno, para generar políticas públicas de calidad, con base en conocimiento científico; así como la gran responsabilidad que, como gobierno, se tiene al utilizar los recursos del Fondo Ambiental Público (FAP) en la adquisición de tecnología de punta, como lo es el Gas cromatography mass spectrometry / Thermal Desorption Aerosol-Gas, GCMS-TAG, recientemente adquirido, y con un costo de 5 millones de pesos.
La titular de SEDEMA, Tanya Müller, explicó la importancia de conocer la composición de las partículas finas, pues gracias a este instrumento, también se podrá saber cuáles son sus fuentes de emisión, los procesos de transformación en la atmósfera y los riesgos para la salud humana.
Esta información servirá para diseñar políticas públicas eficientes que, además de favorecer al medio ambiente, protegerán la salud de la población.
La contaminación atmosférica representa uno de los principales problemas de salud pública en el mundo. La Organización Mundial de Salud (OMS) ha instado a los gobiernos de los países y ciudades a redoblar esfuerzos para mejorar la calidad del aire.
El rector de la UNAM, el doctor Enrique Graue, destacó la importancia de este convenio como: "un reconocimiento de que las decisiones de gobierno deben tomarse con base en la evidencia científica".
Señaló que éste es un día para conmemorar, pues se muestra que Ciencia y Gobierno deben trabajar de la mano para poder aspirar a un futuro mejor.
La Ciudad de México ha sido considerada, tanto por organismos internacionales como por la comunidad científica, como un caso de éxito en el combate contra la contaminación.
Dicho éxito se ha logrado gracias a las acciones implementadas en diversos sectores, no obstante, la CDMX aún presenta retos y preguntas que requieren la participación de la comunidad científica para identificar soluciones efectivas y novedosas.
Es por ello que, durante esta administración, el Gobierno de la Ciudad de México, a través de la SEDEMA ha desarrollado una estrecha colaboración con el Centro de Ciencias de la Atmósfera de la UNAM (CCA-UNAM), para contribuir en la generación de información y conocimiento y, con ello sustentar políticas públicas eficaces que contribuyan a reducir la contaminación atmosférica.
Esta colaboración considera que dicho centro de estudios pueda utilizar instrumentos, propiedad de SEDEMA, como el recién adquirido equipo de cromatografía de gases con detector de masas acoplado a un sistema de desorpción térmica para aerosoles-gases (Gas cromatography mass spectrometry / Thermal Desorption Aerosol-Gas, GCMS-TAG), que permite analizar, con gran resolución temporal, compuestos orgánicos de origen primario y secundario presentes en las partículas suspendidas.
Dicho equipo, es único en su tipo en nuestro país y contribuirá a generar información sobre el origen de los compuestos orgánicos presentes en las partículas finas, así como de los procesos químicos que se presentan en la atmósfera de la Ciudad de México, tal como lo explicó la titular de SEDEMA.
Con este equipo y la colaboración de la UNAM, la siguiente administración contará con información que nunca antes se había generado para el desarrollo de políticas públicas del siguiente sexenio (2018–2024).
Esto es tan sólo un ejemplo de que la colaboración entre la SEDEMA y el CCA-UNAM, además de enriquecer el conocimiento científico, contribuye a definir políticas públicas eficaces para el control de la contaminación de la CDMX.
Con estas acciones, el Gobierno de la Ciudad de México, la Secretaría del Medio Ambiente y la Universidad Autónoma de México refrendan su compromiso por reducir la contaminación atmosférica, a través de políticas innovadoras, que permiten desarrollar el conocimiento científico y, sobre todo, proteger la salud y el medio ambiente de sus pobladores.
Publicar un comentario