Por: Noel F. Alvarado
- La Ciudad de México, la entidad con mayor presencia de asociaciones religiosas del país
El Pleno de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), aprobó el dictamen por el que se reforma la Ley Orgánica de la Administración Pública del Distrito Federal y se expide la Ley de Coordinación para la Atención de Asuntos Religiosos del Gobierno de la Ciudad de México, mediante el cual se harán las eficientes las actividades de culto público desde la perspectiva administrativa.
El diputado promotor de estas reformas, Israel Betanzos Cortes, coordinador del Grupo Parlamentario del PRI, estableció en su exposición de motivos que debido a diversos cambios sociales registrados durante las últimas décadas, se han modificado las estructuras sociales, las formas de organización colectiva y los núcleos familiares, lo que ha generado también una nueva diversidad religiosa
Subrayó que es perceptible e inevitable la transformación de una sociedad tradicional, conservadora y casi homogénea, en el marco de los cambios sociales del mundo, hacia una sociedad moderna, abierta, diversa y religiosamente plural, que permita a la población la posibilidad de elegir la doctrina y fe religiosa que prefiera profesar, buscando hacer efectiva la garantía que la propia Ley Suprema del país consagra en su Artículo 24.
El diputado precisó que el impacto de esta transformación y diversidad religiosa no se da de manera homogénea en el territorio nacional: su riqueza plural tiene como eje esencial el fenómeno migratorio, los diferentes grupos de población provenientes de otras regiones, cada uno con cultura, religiosidad, filosofías y costumbres tan diversas como diferentes, que convergen en territorios de grandes conglomerados sociales, en especial los centros urbanos del país, como lo es la Ciudad de México.
La diputada Francis Irma Pirín Cigarrero indicó que esta iniciativa tiene por objeto la colaboración de la Ciudad de México con el Gobierno federal en materia de Asociaciones Religiosas y lograr con ello una mejor gestión y administración de las mismas en la capital.
Indicó que en la Ciudad de México convergen culturas, religiones, filosofías y costumbres, generando una diversidad religiosa muy compleja, de ahí la necesidad de adaptar la administración pública a los tiempos modernos y generar una coordinación y coadyuvancia con el Gobierno federal en materia de asociaciones religiosas.
Al respecto, el diputado José Alfonso Suárez del Real reconoció la buena intención de la iniciativa, pero señaló que votaría en contra, toda vez que consideraba que el tema de asuntos religiosos no era competencia del ámbito local.
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