-Encabezada por el presidente del órgano judicial, magistrado Rafael Guerra Álvarez, participaron en ella su viuda, Carmen Valles Septíén; el ministro de la Suprema Corte, Juan Luis González Alcántara Carrancá; el director de la Facultad de Derecho de la UNAM, Raúl Contreras Bustamante, y los integrantes del Consejo de la Judicatura capitalina, Irma Guadalupe García Mendoza y Andrés Linares Carranza.
-El magistrado Guerra Álvarez afirmó que el legado del jurista García Ramírez "está en nosotros".
-El magistrado Guerra Álvarez afirmó que el legado del jurista García Ramírez "está en nosotros".
Lino Calderón
A 70 días del deceso del jurista Sergio García Ramírez, en el Poder Judicial de la Ciudad de México (PJCDMX) se realizó una ceremonia en su memoria, con la presencia de su viuda, la señora Carmen Valles Septién, y encabezada por el presidente del órgano judicial, magistrado Rafael Guerra Álvarez, en un acto en el que se destacó la prolija trayectoria del abogado, del penalista, del servidor público, del catedrático, del juez…
En el auditorio Benito Juárez de la Ciudad Judicial, el ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Juan Luis González Alcántara Carrancá; la consejera y el consejero de la Judicatura de la Ciudad de México, Irma Guadalupe García Mendoza y Andrés Linares Carranza; el director de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México, Raúl Contreras Bustamante, y el magistrado Guerra, pronunciaron sendos mensajes en su memoria, en cuya recta final del acto la señora Valles Septién, expresó: "siento que mi país y yo quedamos en la orfandad de sus palabras, certeras y elegantes, en un momento crucial para la nación".
La ceremonia en su memoria, que no un homenaje, a los que se negó le fueran rendidos en su Pliego de Anticipaciones escrito a manera expresiones de su voluntad una vez acaecido su deceso, reunió a consejeras y consejeros de la Judicatura local, magistradas, magistrados, juezas y jueces, personal administrativo y judicial, familiares y amigos.
"Saludo en el cielo a nuestro querido amigo Sergio García Ramírez por encontrar tanta felicidad en la justicia, la educación de sus alumnos, el servicio al Estado mexicano, a la investigación vanguardista de una tradición jurídica mexicana que ahora quedará en manos de sus estudiantes cerrando el círculo virtuoso", expresó el magistrado Guerra Álvarez.
La vida de Sergio, abundó, ha comenzado su propósito infinito de iluminar tantas conciencias como sea posible con sus en sus enseñanzas; su legado "está en nosotros".
El ministro González Alcántara Carrancá, en su oportunidad, subrayó que García Ramírez es conocido en los contextos académico y político como el gran penalista, penitenciarista y procurador, y que su prestigio trasciende las fronteras nacionales por una veta marcadamente distinta: la del protector de los derechos humanos, lo que lo llevó a ser juez y presidente de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
La consejera García Mendoza y el consejero Linares Carranza, expresaron, por separado, que el legado de García Ramírez sigue vivo en la comunidad que amó y en los corazones de quienes lo conocieron, y que fue un personaje que destiló amor y pasión por la ciencia jurídica desde la que luchó por un México mejor.
A su vez, Contreras Bustamante exaltó de García Ramírez su gran erudición, su intelecto inusitado, su férrea disciplina y su extraordinaria calidad humana; permítanme decir, agregó, que García Ramírez es el jurista más importante de la nación en los últimos 50 años.
El último discurso corrió a cargo de la señora Valles Septién, quien evocó unas palabras de su esposo: "la justicia requiere juzgadores leales a su visión y solo a ella".
Concluida la ceremonia, el magistrado Guerra encabezó un recorrido por una muestra montada en la sede judicial con las obras jurídicas literarias de Sergio García Ramírez.
En el auditorio Benito Juárez de la Ciudad Judicial, el ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Juan Luis González Alcántara Carrancá; la consejera y el consejero de la Judicatura de la Ciudad de México, Irma Guadalupe García Mendoza y Andrés Linares Carranza; el director de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México, Raúl Contreras Bustamante, y el magistrado Guerra, pronunciaron sendos mensajes en su memoria, en cuya recta final del acto la señora Valles Septién, expresó: "siento que mi país y yo quedamos en la orfandad de sus palabras, certeras y elegantes, en un momento crucial para la nación".
La ceremonia en su memoria, que no un homenaje, a los que se negó le fueran rendidos en su Pliego de Anticipaciones escrito a manera expresiones de su voluntad una vez acaecido su deceso, reunió a consejeras y consejeros de la Judicatura local, magistradas, magistrados, juezas y jueces, personal administrativo y judicial, familiares y amigos.
"Saludo en el cielo a nuestro querido amigo Sergio García Ramírez por encontrar tanta felicidad en la justicia, la educación de sus alumnos, el servicio al Estado mexicano, a la investigación vanguardista de una tradición jurídica mexicana que ahora quedará en manos de sus estudiantes cerrando el círculo virtuoso", expresó el magistrado Guerra Álvarez.
La vida de Sergio, abundó, ha comenzado su propósito infinito de iluminar tantas conciencias como sea posible con sus en sus enseñanzas; su legado "está en nosotros".
El ministro González Alcántara Carrancá, en su oportunidad, subrayó que García Ramírez es conocido en los contextos académico y político como el gran penalista, penitenciarista y procurador, y que su prestigio trasciende las fronteras nacionales por una veta marcadamente distinta: la del protector de los derechos humanos, lo que lo llevó a ser juez y presidente de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
La consejera García Mendoza y el consejero Linares Carranza, expresaron, por separado, que el legado de García Ramírez sigue vivo en la comunidad que amó y en los corazones de quienes lo conocieron, y que fue un personaje que destiló amor y pasión por la ciencia jurídica desde la que luchó por un México mejor.
A su vez, Contreras Bustamante exaltó de García Ramírez su gran erudición, su intelecto inusitado, su férrea disciplina y su extraordinaria calidad humana; permítanme decir, agregó, que García Ramírez es el jurista más importante de la nación en los últimos 50 años.
El último discurso corrió a cargo de la señora Valles Septién, quien evocó unas palabras de su esposo: "la justicia requiere juzgadores leales a su visión y solo a ella".
Concluida la ceremonia, el magistrado Guerra encabezó un recorrido por una muestra montada en la sede judicial con las obras jurídicas literarias de Sergio García Ramírez.
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