Qué se espera de Layda
De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Poco esperan los campechanos del gobierno de Layda Sansores, la primera mujer en gobernar esa parte de la península de Yucatán.
Los augurios no son buenos, por la larga historia de escándalos protagonizados por la ahora gobernante, en los tiempos en que vio frustrados sus sueños de gobernar.
Fueron 24 años los que espero Layda para ganar la elección de gobernador y tres intentos fallidos de recibir el apoyo mayoritario de los ciudadanos en las urnas.
La historia da cuenta de que los gobernadores que llegan al poder, después de larga espera no ofrecen los mejores resultados, ya que cuando cumplen con su objetivo traen una serie de resentimientos y llegan cansados de la lucha por el poder.
Hija de Carlos Sansores uno de los míticos liderazgos del pasado priista y gobernador a finales de la década de los 60 del siglo XX, quien además presidió nacionalmente al PRI y coordinó a diputados y senadores en ambas cámaras, Layda se forjó en el priismo del pasado, aquel que era totalmente vertical y monolítico, que no admitía reclamos de ninguna clase y su carácter se hizo fuerte en ese sentido.
Cuenta con una larga carrera de legisladora en ambas cámaras y un breve paso por una alcaldía que dejó para competir por cuarta vez como candidata a gobernadora.
Los resultados en la alcaldía que encabezó no fueron buenos y se oyeron muchos reclamos sobre su actitud como gobernante, el alejamiento de aquellos que votaron por ella y los privilegios dados a unos cuantos.
Los habitantes de Álvaro Obregón respiraron aliviados cuando ella se ausentó para ir nuevamente por el gobierno de Campeche.
Inició su periplo con mucha anticipación y los números le cuadraban a la perfección, ya que sacaba amplia ventaja a los demás partidos que entrarían en competencia.
La candidata de MORENA llegó al inició de la campaña con hasta 20 puntos de diferencia, los que se esfumaron y a final de cuentas la diferencia con Eliseo Fernández el abanderado de MC fue de tan solo cinco mil votos.
A Layda le ayudó a ganar el hecho de que los sufragios se repartieron en tercios, ya que el candidato de la alianza PRI, PAN y PRD, se ubicó muy cerca de ambos.
En realidad Layda rebasó apenas el 30 por ciento de los votos emitidos en las urnas, por lo que fue necesario hacer un recuento de los sufragios que nuevamente evidenció su triunfo.
Y a pesar de que Campeche es un estado en que el Presidente López Obrador y el partido en que milita reciben un gran respaldo, algo hizo reaccionar a los campechanos que a punto estuvieron de tirar por la borda la cuarta participación de Sansores San Román.
Layda se convierte en la primera mujer gobernadora de Campeche, pero también la de mayor edad en hacerlo (75 años) y el gobernador más vetusto del país, además de ser el primer gobernante ajeno al PRI en esa entidad.
Sin embargo, no se cree que la edad le perjudique en algo, ya que se advierte como una mujer fuerte y sólida, aunque el cansancio puede venir cuando salten los problemas que aquejan a la entidad.
El problema con ella es que pudiera ser que la larga espera le haya quitado esas ganas que manifestó en ocasiones anteriores por resolver la problemática del estado y atender las demandas y peticiones de la población.
Existen casos de varios gobernantes que esperaron ansiosamente durante años llegar a ejercer el poder en su entidad natal y cuando llegaron lo hicieron sin las ganas de la primera o segunda vez que lo intentaron, convirtiendo a su estadía como gobernantes en un largo suplicio.
Los campechanos esperan que eso no suceda con la administración estatal entrante y que Layda pueda atender los rezagos con el mismo entusiasmo que mostró la primera ocasión que compitió.
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