Por: Noel F. Alvarado
Un total de 24 personas privadas de la libertad del Reclusorio Preventivo Varonil Sur, terminó su proceso en el modelo residencial del Programa de Atención Integral a las Adiciones, convirtiéndose en la generación 64.
El subsecretario de Sistema Penitenciario de la Ciudad de México, Hazael Ruíz Ortega, felicitó a este grupo de personas en reclusión por concluir su proceso en el modelo de comunidad terapéutica, el cual tiene una duración de tres meses.
Este programa de acciones se aplica desde 2012 en los centros penitenciarios de la CDMX con un modelo de comunidad terapéutica, y fue desarrollado específicamente para atender a personas privadas de la libertad con problemas de dependencia al consumo de sustancias, explicó.
Dijo que el programa está registrado ante el Instituto para la Atención y Prevención de las Adicciones en Ciudad de México (IAPA) y que todos los servidores públicos que lo aplican en los centros penitenciarios de la capital, están capacitados por dicha institución, además de que el 60% de ellos cuenta con certificación de la Asociación Mexicana de Comunidades Terapéuticas.
Destacó que las actividades que realizan las personas durante su tratamiento (comunitarias, lúdico-recreativas, productivas, formativo-educativas, elaborativo-formativas, arte y cultura, así como deporte y cuidado de la salud) contribuyen a generar una estructura funcional en el estilo de vida, que busca la integridad y la reinserción a la sociedad.
Mencionó que esta generación terminó su estancia con una exhibición de las actividades que realizan cotidianamente, como son prácticas de yoga, de marcha en formación cerrada, de futbol americano, basquetbol y bailables.
Con esta demostración, las personas que concluyeron su tratamiento dieron la bienvenida a la generación 65, integrada por 24 personas privadas de la libertad, quienes inician su proceso en el programa.
Expresó que con esta estrategia para combatir las adicciones en los reclusorios de la CDMX se atiende a la población en tres niveles, primeramente a través de la prevención, dirigido a la población en general, mediante campañas informativas; el no residencial, dirigido a personas con antecedentes de consumo y abuso moderado de sustancias; así como el residencial, que capta a personas con antecedentes de abuso grave o dependencia de sustancias psicoactivas y con problemas de funcionalidad en la vida cotidiana.
Precisó que en los 13 centros penitenciarios de la Ciudad de México se atiende a 860 personas en el modelo no residencial, a 219 en el residencial y a mil 155 se les da seguimiento después de terminar su intervención.
Publicar un comentario