Por: Noel F. Alvarado
Mueve las manos con rapidez. Los movimientos son precisos, involucran a cada uno de sus dedos y van acompañados de gestos que, en su conjunto, expresan palabras. Traducen información que hasta hace unos años no era para todos.
Benjamín Moreno García está adscrito al área de capacitación del Instituto de Educación Superior de las Policía Auxiliar, y es intérprete en Lengua de Señas Mexicanas (LSM) en los eventos oficiales de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de la Ciudad de México.
Su habilidad surgió de la necesidad. Sus padres no escuchan y desde niño le enseñaron a comunicarse a través de las manos: primero idearon un lenguaje familiar para facilitar la interacción, de la misma manera en que se enseñan las primeras palabras. Después vino el lenguaje formal, con las palabras y con las manos. Necesitaba ambos para comunicarse con todos.
"Había que aprender, porque iba a la escuela y tenía que explicar lo que ahí pasaba, las calificaciones y las tareas. Acompañaba a mis padres al médico e interpretaba lo que les dolía o lo que sentían. Lo mismo pasaba cuando necesitaban darle algún recado a un familiar, moverse en la calle o comprar cosas en el mercado", cuenta Moreno García.
LA NECESIDAD DE COMUNICARSE
La Lengua de Señas Mexicana la perfeccionó en su adolescencia a través de la convivencia con otras personas con discapacidad auditiva que le enseñaban señas o lo corregían. También tenía contacto con los otros niños y jóvenes que como él acompañaban a sus familiares.
"Desde muy niño aprendí a vivir en comunidad. Las personas sordas son muy unidas, se apoyan, se reúnen en restaurantes o asociaciones para dialogar, aprenden unos de otros", dice.
Sin saberlo, desde entonces se convertiría en un mediador, en alguien que traduce las palabras en señas, que facilita la comunicación de uno de los sectores más olvidados de la población, pues se estima que en la CDMX medio millón de personas viven con discapacidad, del total, 33.5% tiene dificultad para escuchar y 18% para hablar o comunicarse, según datos de la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica 2014 del Inegi.
Benjamín Moreno entró a la Policía capitalina a los 28 años con el fin de ayudar a la población con discapacidad auditiva y sensibilizar a sus compañeros en las necesidades de comunicación de este grupo.
Ahora, con 35 años, es licenciado en Administración e instructor en el Instituto de Educación Superior de la Policía Auxiliar en temas de Derechos Humanos, Igualdad de Género e Inclusión.
Desde 2013 participa un intérprete de LSM en eventos públicos de la SSC, y Moreno busca que haya más intérpretes para ayudar a la comunidad con discapacidad auditiva.
"Que haya más policías que sepan Lengua de Señas Mexicana, ellos son el primer contacto con la ciudadanía y es necesario que haya facilitadores que les ayuden a comunicarse con las autoridades y expresar sus emergencias y problemas".
Además de ser intérprete, Moreno ha funcionado como apoyo para miembros de la comunidad sorda que se acercan para pedirle asesoría en cómo hacer trámites, interponer quejas o cuando consideran que violó su derecho a la inclusión.
Moreno asegura que la Policía de la CDMX tiene un gran interés por aprender Lengua de Señas Mexicana y brindar un servicio de calidad, incluso da clases a los compañeros que se acercan interesados.
"La ciudadanía debe de saber que todos los días los policías de la CDMX se preparan y capacitan para ser más profesionales y eficientes en su actuar, pueden estar seguros que cada policía que ven en la calle es capaz de dar solución a su problema y seguimos preparándonos para garantizar el acceso a la información y a la justicia para quienes viven en condición de discapacidad", dice.
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