Por: Noel F. Alvarado
Acabar con los exorbitantes salarios de servidores públicos, el despilfarro, bonos, prestaciones, compensaciones, partidas secretas y demás gastos personales que se usan de manera discrecional, establece la iniciativa de Ley de Transparencia en Remuneraciones, Prestaciones y Ejercicio de Recursos en la Ciudad de México, presentada por el diputado del PRD, Víctor Hugo Lobo Román.
En tribuna, el presidente de la Comisión de Ciencia, Tecnología e Innovación del Congreso capitalino, declaró que con este proyecto de ley ningún servidor público podrá ganar un salario superior al del Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, y menos aún disponer de sobresueldos, prestaciones o salarios acumulados.
"Si queremos ser una ciudad de vanguardia debemos dejar atrás la simulación, la aprobación de esta ley es una forma congruente de actuar, de dignificar el servicio público y su vocación, para hacer justicia y enaltecer la responsabilidad social", sostuvo contundente el diputado Lobo Román.
Insistió en que en el país aún persiste la discrecionalidad en la política de sueldos, debido a la carencia de criterios que pongan orden al sistema de percepciones y que lo ajusten a nuestra realidad, porque es injusto "arrancar impuestos a una población empobrecida para pagar costosos sueldos de funcionarios despilfarradores".
Lobo Román recordó que esta iniciativa la presentó hace seis años durante la VI Legislatura, sin embargo, por razones políticas la mantuvieron en la "congeladora", pero hoy la Ciudad de México ya no aguanta más dispendio ni derroches.
Dijo que el espíritu de esta legislación que consta de cinco capítulos, 20 artículos y cinco transitorios, establece que los ahorros derivados de la aplicación de esta ley se deberán reorientar a los trabajos de infraestructura de la ciudad, tal y como hoy se estipula para que el 22 por ciento del presupuesto total de las alcaldías se incluya en ese rubro.
El diputado del partido del sol azteca, explicó que el Capítulo I de la presente iniciativa, se determina que los servidores públicos no podrán gozar de bonos especiales, prestaciones, compensaciones, gastos de servicios personales o cualquier otro beneficio económico o en especie que se acumule a sus percepciones.
"Todo servidor público debe regirse en su desempeño por los principios de legalidad, honradez, lealtad, imparcialidad, austeridad, eficiencia y eficacia, porque elegir ser un servidor público es cuestión de vocación, de pasión y debe recibir una remuneración proporcional a sus responsabilidades", nunca más un servidor público que lastime al erario de la ciudad y ofenda la pobreza de los capitalinos, expresó Lobo Román.
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