Por: Noel F. Alvarado
Dos jueces de control vincularon a proceso a ocho personas, entre ellas dos mujeres, detenidas por elementos de la Secretaría de Seguridad Pública y puestas a disposición de la Procuraduría General de Justicia: tres por robar al chofer de un microbús y cinco por hurtar el celular de un turista en el Sistema de Transporte Colectivo Metro.
El primer caso sucedió el pasado 26 de julio a las 20:46 horas, cuando el conductor de un camión de transporte colectivo marca Ford, color verde con gris, se encontraba a bordo de la unidad en el paradero de la estación Tacuba del Sistema de Transporte Colectivo Metro, ubicado en Avenida Marina Nacional y Lago Guija, colonia Tacuba, delegación Miguel Hidalgo.
Intempestivamente subieron dos hombres y una mujer. Uno de los imputados golpeó al ofendido y lo amenazó con un cuchillo, mientras uno de sus cómplices se apoderaba del dinero y la otra implicada vigilaba.
Acto seguido huyeron, pero el agraviado solicitó el apoyo de elementos policiacos, quienes detuvieron a los indiciados y los trasladaron a la Coordinación Territorial en Miguel Hidalgo Cinco, donde se inició la carpeta de investigación por el delito de robo en vehículo de transporte público con violencia.
Durante la audiencia inicial un juez de control calificó como legales sus detenciones, pero la defensa solicitó la duplicidad del término constitucional, por lo que el proceso se reanudará el próximo 2 de agosto, mientras permanecen en prisión preventiva oficiosa.
La penalidad que podría alcanzar cada uno de los indiciados es de hasta 21 años en prisión, de acuerdo con el Código Penal para la Ciudad de México.
El segundo caso tuvo lugar el pasado 27 de julio, a las 15:05 horas, cuando la víctima de nacionalidad extranjera y sus familiares viajaban a bordo de un vagón del Metro. Al llegar a la estación Viaducto de la Línea 2, un grupo de personas los rodearon y empujaron mientras descendían, percatándose el agraviado de que uno de los implicados le había sacado el celular del bolsillo de su pantalón.
Uno de los testigos le dijo a los implicados que devolviera el dispositivo, pero se negaron y comenzaron a agredirlos físicamente, hasta que llegaron elementos de la Policía Bancaria e Industrial, quienes detuvieron a cinco imputados.
Durante la audiencia inicial un juez de control calificó como legal la detención y los vinculó a proceso por el delito de robo calificado en pandilla y se estableció un mes para el cierre de la investigación complementaria.
Si al final del proceso resultaran penalmente responsables, cada uno de los imputados podrían alcanzar una sentencia de hasta 15 años en prisión.
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