Por: Noel F. Alvarado
La Diputación Permanente de la Asamblea Legislativa aprobó un punto de acuerdo en el cual se exhorta al gobierno de la Ciudad de México a que en un plazo no mayor a ocho días lleve a cabo la revisión y las acciones necesarias de seguridad estructural requeridas en las unidades habitacionales La Mora Grande, San Marcos, Xopa y Amacuzac 838 de la delegación Iztapalapa, inmuebles que tras los sismos de septiembre pasado incrementaron sus daños estructurales, tales como grietas y socavones.
Los legisladores representados en el órgano legislativo avalaron la propuesta presentada por la diputada de Iztapalapa, Rebeca Peralta León, en el cual también se solicita directamente a los secretarios de Gobierno, Guillermo Orozco Loreto, y de protección Civil, Fausto Lugo García, así como al director general del Sistema de Aguas de la Ciudad de México, Ramón Aguirre Díaz, revisar el suministro de agua potable y drenaje de esas unidades habitacionales que tuvieron afectaciones por el movimiento telúrico.
Precisó que las unidades La Mora Grande, ubicada en la Calzada Ermita Iztapalapa #392 en la colonia El Santuario; San Marcos, localizada en la calle Luna s/n en la colonia El Mirador; Xopa, ubicada en la calle sur 89, colonia Cacamac; y Amacuzac número 838, ubicada en entre Emilio Carranza y Porto Alegre, Colonia Pueblo San Andrés Tetepilco, son conjuntos habitacionales que previo a los sismos ya mostraban cuarteaduras en su estructura e incluso pequeños hundimientos en sus respectivos estacionamientos.
Sin embargo, agregó, los sismos incrementaron las afectaciones a esas unidades habitacionales, dejando cuarteaduras de mayor longitud y profundidad. Los hundimientos se convirtieron en socavones, situación que mantiene en peligro latente de accidentes a las y los habitantes de dichas zonas, advirtió.
A casi 9 meses de los sismos, las afectaciones antes expuestas continúan, por lo que se requiere de manera inmediata que los titulares tanto de la Secretaría de Protección Civil como del Sistema de Aguas de la Ciudad de México, trabajen de manera coordinada con la finalidad de llevar a cabo acciones que permitan generar la seguridad estructural, patrimonial e integridad física de las y los habitantes de esas unidades habitacionales.
"Recordemos que la noche del pasado 7 de septiembre, un sismo de magnitud 8.2 grados con epicentro en Pijijiapan, Chiapas, cimbró la Ciudad de México, y siete días después, fuimos testigos de un nuevo sismo de 7.1 grados, el cual incrementó los daños que había dejado el sismo del 7 de septiembre y que a su vez colapsó estructuras como el colegio Enrique Rébsamen, donde 21 niños y 4 adultos perdieron la vida, tragedia a la cual se sumó el multifamiliar colapsado en Tlalpan, donde se hallaron 9 cuerpos sin vida", remembró.
De acuerdo con cifras oficiales, reforzó, el segundo sismo provocó no sólo el fallecimiento de 228 personas en la Ciudad de México, sino también la caída de múltiples edificios, viviendas y escuelas. El sismo dejó un total de 5 mil 765 viviendas dañadas, de las cuales 2 mil 273, casi el 40%, sufrieron daño total, mientras que 3 mil 492, sufrieron daños parciales en la capital.
Peralta León consideró que "el poderío de los fenómenos naturales han demostrado la exposición de peligro a la que los seres humanos estamos expuestos de forma latente, hecho que puede constatarse de manera reciente al recordar la explosión del Volcán de Fuego, en Guatemala, que al día de hoy según cifras de algunos medios de información del país vecino, dejó 1.7 millones de personas afectadas, 12,407 personas evacuadas, 107 personas desaparecidas y 109 personas fallecidas".
Agregó que las explosiones volcánicas y los sismos son fenómenos naturales destructivos, que México y especialmente la Ciudad de México, han experimentado y seguirán experimentando como resultado de su ubicación geográfica.
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