Ricardo Anaya no logrará convencer a los indecisos: Jorge Volpi
El candidato panista que pretende la presidencia del 2018 es un ejemplo claro de preparación política acartonada. Para el escritor Jorge Volpi, Ricardo Anaya representa lo mejor de la tradición de elaboración de candidatos. Anaya se ha posicionado como un hombre que estudia sus discursos, que analiza cada palabra y esto lo ha condenado.
Según la opinión del premio Alfaguara 2018, la intención de Ricardo Anaya no permite conocer a la persona detrás del personaje. Esto queda claro en cada uno de los spots del político queretano, en donde se puede ver a un hombre que ha estudiado cada uno de sus movimiento y que no se permite ni una sola expresión pura.
Mientras surgen fotos de la esposa de Antonio Meade en el supermercado, Andrés Manuel colocando estampas de futbol con su hijo y Jaime Rodríguez hablando de la forma más popular posible, la propagando de Anaya solamente deja ver a un hombre serio, tieso y con sonrisa estudiada que no conecta con sus votantes. Las intenciones de Ricardo no logran generar legiones de fanáticos como lo hacen otros candidatos presidenciales.
Un gran ejemplo son los spots de Ricardo Anaya haciendo actividades "cotidianas". En el último video del candidato se le ve practicando boxeo con una mirada perdida, lentes, sin guantes y camisa azul cielo. También se le ha visto en spots en donde pasea en bicicleta con pantalón, zapatos y camisa azul cielo, algo más cercano a un uniforme que a una elección casual. Incluso ha dormido así.
Volpi recalca precisamente esto. Anaya resultó ganador del primer debate presidencial gracias a su estudiado plan de oratoria. Cada uno de sus argumentos es prefabricado, con un sentido fijo y requiere de muchas palabras para funcionar correctamente. Ese es un gran atributo del panista pero también una condena. Al momento de cuestionarlo por sorpresa, el queretano se frustra por no tener un speech estudiado.
Esto sucedió en un encuentro con estudiantes del Tecnológico de Monterrey. Después de que se le permitió a Anaya soltar su discurso estudiado, se le solicitaron respuestas rápidas a conceptos aleatorios. Como se le exigía contestar basado en la improvisación y sin referencias previas, Anaya sufrió bastante con la prueba y dejó ver a un hombre robotizado que no tiene una personalidad clara, comenta Volpi.
Por eso surge la cuestión, ¿quién es realmente Ricardo Anaya? ¿Qué le gusta, qué come, qué le disgusta, qué aficiones tiene? No se sabe. En redes sociales se ha intentado acercar a Ricardo con los votantes mexicanos con videos en donde el panista convive con sus hijos. Entre canciones, fotos en donde toca la guitarra y practica boxeo, Anaya ha intentado llegar a sus votantes desde el lado familiar.
Volpi asegura que para este segundo debate también Anaya brillará por sus opiniones estudiadas, sus ataques planeados y su defensa que ha ensayado a diario durante semanas. Pero su preparación no basta para convencer a los votantes que en esta edición presidencial buscan a un perfil cercano a ellos y alejado de la imagen del candidato elaborado por cúpulas políticas, como Enrique Peña y ahora Ricardo Anaya.
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