Por: Noel F. Alvarado
Marco Rascón planteó crear una Carta de Deberes y Derechos Ciudadanos
que promueva nuevas formas de civilidad y un respeto horizontal entre
las personas, la cual contribuya a una nueva convivencia social.
Dijo que las personas deben comprometerse a combatir la falta de
tolerancia que afecta la convivencia comunitaria y trasgrede la paz en
comunidades y colonias, en los espacios públicos, los centros de trabajo
y el transporte público.
Señaló que la Carta de Deberes y Derechos Ciudadanos deberá reconocer
también la aceptación social de las sentencias de jueces sustentadas en
evidencias y alegatos, que cuando son contrarias generan una invocación
indiscriminada de los derechos humanos, que los convierte en casos sin
fin.
Recordó que la promoción de los derechos humanos nos fueron impuestos
por las economías desarrolladas como una forma de aceptar que no
funcionan los sistemas de justicia locales, convirtiéndose en una
extensión del proceso frente a sentencias contrarias, lo que provoca que
los conflictos sean permanentes.
En países desarrollados, expuso, nadie apela a los derechos humanos
después de ser sentenciado, hay un reconocimiento al jurado, la
sentencia es definitiva y se acata", lo que no ocurre en nuestra
sociedad.
Llamó a una nueva forma de civilidad social ante la ausencia del
cumplimiento de los deberes ciudadanos que se traducen en una falta de
respeto horizontal hacia los vecinos, los compañeros de trabajo o con
quienes se viaja a bordo del transporte público.
Marco Rascón participó en la mesa Combate a la Corrupción como parte del
Foro Juventud y Política que fue organizado por estudiantes de la de la
División de Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad Autónoma
Metropolitana, Unidad Azcapotzalco.
Destacó que la corrupción deriva de un sistema que permite atajos al
cumplimiento de la ley y para combatirla se debe actuar en las causas
que la provocan, de ahí que el próximo gobierno requerirá implementar
una cirugía muy específica en territorios y definir con claridad las
responsabilidades de las alcaldías y el gobierno central.
Llamó a reformar la actuación de ministerios públicos y derogar los
mecanismos actuales de opacidad para garantizar certidumbre y
transparencia en la aplicación de los presupuestos en obra pública, que
impide tener un gobierno abierto al escrutinio y que en casos como la
construcción de los segundos pisos, se reservó la información.
Ante otras formas de corrupción se pronunció a favor de una
simplificación administrativa para otorgar permisos a los
establecimientos mercantiles y recuperar el control interno e
implementar un plan de recuperación de los penales parta combatir la
corrupción anteel ingreso de sustancias y productos ilícitos, entre
otros.
Por último, recordó que la corrupción también refleja un vacío de
responsabilidad y que nadie asume su responsabilidad ante los problemas.
"Cuando nadie se hace responsable y es porque todos lo somos", concluyó.
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