El secretario de Salud encabeza la Primera Sesión Ordinaria del Comité Científico de Vigilancia Atmosférica.
La primera evaluación de impactos en la salud por contaminantes.
El Comité Científico Técnico de Vigilancia sobre Contaminación Atmosférica de la Ciudad de México destacó la efectividad del sistema de las ocho unidades Hospitalarias Centinela de la CDMX en el monitoreo de padecimientos relacionados con la contaminación atmosférica y a través de las cuales se realizan análisis con una asociación significativa de las infecciones respiratorias agudas y asma con partículas y ozono.
En la Primera Sesión Ordinaria del Comité, el secretario de Salud (SEDESA), Román Rosales Avilés, en su calidad de vicepresidente, destacó el importante avance en acciones realizadas desde su instalación en abril de 2016, sobre la contaminación del aire, recomendaciones por contingencias y el primer estudio, ya que el objetivo es prevenir y evaluar el impacto en la salud de la población.
Acompañado del director de la Agencia de Protección Sanitaria (APS) y secretario técnico del comité, José Jesús Trujillo, en el auditorio de la SEDESA, Rosales Avilés se refirió a los trabajos y criterios para poder identificar y analizar las afectaciones y las medidas preventivas que se deberán tomar ante la exposición a los contaminantes, así como las estrategias de acciones para coadyuvar a disminuir riesgos en la salud.
Entre los puntos relevantes, se realizó la presentación del estudio que hizo el grupo de trabajo e investigación que se refiere a la evaluación de la asociación entre los ingresos de urgencia en los hospitales Centinela, el General Enrique Cabrera, Balbuena, Gregorio Salas, Iztapalapa; los pediátricos Azcapotzalco, Villa, Tacubaya y Unidad Médica del Reclusorio Oriente, con el Ozono y Particular PM2.5 y PM10 durante el periodo de abril de 2016 a abril de 2017.
La investigadora del Departamento Toxicológico del CINVESTAV, Andrea de Vizcaya, y Horacio Rioja, del Instituto Nacional de Salud Pública, indicaron que el objetivo es ver el impacto de estos contaminantes en enfermedades de seguimiento, tales como: infecciones respiratorias agudas, asma, hipertensión y conjuntivitis; además de ver posibles efectos en otros problemas.
Los integrantes del grupo de trabajo reconocieron el valor de la base de datos de las Unidades Centinela de la SEDESA, porque han sido de mucha utilidad para el análisis y ha permitido el acoplamiento de datos del Sistema de Monitoreo Atmosférico de la Secretaría del Medio Ambiente, una estimación de valores de asociación estadísticamente significativos para la evaluación de los padecimientos con partículas y el ozono, sobre todo las infecciones respiratorias y el asma.
Mediante una exposición gráfica, mostraron el comportamiento de las infecciones respiratorias agudas, junto con las partículas contaminantes presentes cuando los niveles de concentración se elevan, por ejemplo, en los meses de diciembre y enero; meses en los que aumenta el número de casos de urgencias en los hospitales en estudio.
En cuanto al asma, encontraron una variación estacional bastante similar entre las partículas y los ingresos por crisis asmática, pero con un número menor de casos.
Con el ozono se mantiene la misma relación para infecciones respiratorias, y no para el caso de asma donde es menos la relación, ya que parece ser tiene más que ver con las partículas, indicó Horacio Rioja.
Dijo que en el análisis de estos contaminantes no sucede lo mismo cuando utilizan otros indicadores como la hipertensión y conjuntivitis, en donde no se ve una clara asociación que indique crisis de eventos cuando aumentan los contaminantes, pero siguen las evaluaciones.
Con esta descripción, insistió, es muy significativo el trabajo de la SEDESA, porque es la única institución que recopila datos diarios que son "básicos para construir un sistema de vigilancia de efectos agudos en la salud relacionados con los contaminantes".
Detalló que no se trata de descubrir si las enfermedades respiratorias y asma tienen que ver con el ozono o las partículas, sino de corroborar esto en las unidades Centinelas y vieron que ocurre así, "lo cual quiere decir que se escogieron unos buenos indicadores que sirven para ver cómo cuando aumentan las concentraciones existe un riesgo de incremento de enfermedades".
A propuesta del grupo de investigación, los representantes e instituciones académicas y de salud que participan en el Comité Científico, José Jesús Trujillo acordó ampliar el periodo de estudio para abril del 2018, a fin de que de que se puedan recabar mayores resultados.
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