Por Noel F. Alvarado.
Hoy México llora; hoy México sufre, hoy México tiene una nueva herida que lo marcará para toda la vida, hoy México está de luto… Y pese a todo, México poco a poco se levanta para superar esta nueva tragedia. Unos están inconsolables y le lloran a sus muertos; otros no dan crédito al ver como el terremoto provocó el colapso del edificios, casas y oficinas, otros más están inconsolables y esperan un milagro; un milagro para que sus seres queridos sean encontrados bajo toneladas de escombros y sean rescatados, pues no pierdes la esperanza. Hasta hoy, aún hay muchos atrapados y otros desparecidos.
La tragedia que hoy se vive en la Ciudad de México; en los estados de México, Puebla, Morelos, Guerrero, Oaxaca y Chiapas tras los sismos del pasado 7 y 19 de septiembre, volvió a unir a los mexicanos, quienes movieron a mostrar su músculo de solidaridad y hermandad, pues están removiendo escombros de manera incansable hombro con hombro, junto con el personal de la Marina, Sedena, Policía Federal, bomberos, Cruz Roja y brigadas de rescatistas de once países.
Pero no solo eso, los mexicanos siguen ayudando a las familias que además de perder a un familiar, se quedaron sin hogar, al colapsar sus hogares. Las pérdidas humanas sigue en aumento en la CDMX y en los municipios de esos estados donde el terremoto de 7.1 grasos cimbró y devastó algunas zonas.
Ya pasaron más de 48 horas del sismo que sacudió la zona centro del país y, las labores de rescate no cesan; la gente no se da por vencida, pues aún han encontrado señales de vida bajo los escombros y toneladas de concreto de los edificios que colapsaron.
Familiares de personas desaparecidas tras el sismo, son quienes no solamente lloran, sino que también sufren y, son quienes lanzan oraciones al cielo para que se haga el milagro y encuentren con vida y rescaten a sus seres queridos.
Los que saben que estaban en los edificios y construcciones que cayeron tras el terremoto, siguen ahí, cerca de las ruinas y, desde lejos, solo observan la intensa labor del personal que incansablemente sigue removiendo escombros, en busca encontrar a alguien con vida.
La Ciudad de México; municipios de la zona sur oriente del Estado de México, el municipio de Jojutla, Morelos y otros más de Puebla, están devastados por la tragedia; las familias de los muertos y desaparecidos, están destrozados, pues aún no dan crédito al ver esos escenarios de destrucción y muerte. Estos siguen inconsolables y solo piden a los gobiernos Federal y de la CDMX, que aún no metan maquinaria pesada para remover escombros, pues aseguran aún hay personas atrapadas con vida y, es ahí, donde imploran que sean sus familiares.
La ayuda solidaria internacional de países hermanos, se ha sumado a las labores de auxilio y rescate; la intervención de binomios caninos sigue siendo importante en las labores de búsqueda entre escombros; sin embargo, hoy vivimos -una vez más-, otra desgracia; esta última tras el terremoto del 19 de septiembre de este 2017 -32 años después de aquellos sismos de 1985 que también devastó a la Ciudad de México-.
Hoy, México sufre; hoy México llora, hoy México vive una vez más otra desgracia, hoy México está de luto y, pese a todo eso… Hoy México no se doblega.
Hoy México llora; hoy México sufre, hoy México tiene una nueva herida que lo marcará para toda la vida, hoy México está de luto… Y pese a todo, México poco a poco se levanta para superar esta nueva tragedia. Unos están inconsolables y le lloran a sus muertos; otros no dan crédito al ver como el terremoto provocó el colapso del edificios, casas y oficinas, otros más están inconsolables y esperan un milagro; un milagro para que sus seres queridos sean encontrados bajo toneladas de escombros y sean rescatados, pues no pierdes la esperanza. Hasta hoy, aún hay muchos atrapados y otros desparecidos.
La tragedia que hoy se vive en la Ciudad de México; en los estados de México, Puebla, Morelos, Guerrero, Oaxaca y Chiapas tras los sismos del pasado 7 y 19 de septiembre, volvió a unir a los mexicanos, quienes movieron a mostrar su músculo de solidaridad y hermandad, pues están removiendo escombros de manera incansable hombro con hombro, junto con el personal de la Marina, Sedena, Policía Federal, bomberos, Cruz Roja y brigadas de rescatistas de once países.
Pero no solo eso, los mexicanos siguen ayudando a las familias que además de perder a un familiar, se quedaron sin hogar, al colapsar sus hogares. Las pérdidas humanas sigue en aumento en la CDMX y en los municipios de esos estados donde el terremoto de 7.1 grasos cimbró y devastó algunas zonas.
Ya pasaron más de 48 horas del sismo que sacudió la zona centro del país y, las labores de rescate no cesan; la gente no se da por vencida, pues aún han encontrado señales de vida bajo los escombros y toneladas de concreto de los edificios que colapsaron.
Familiares de personas desaparecidas tras el sismo, son quienes no solamente lloran, sino que también sufren y, son quienes lanzan oraciones al cielo para que se haga el milagro y encuentren con vida y rescaten a sus seres queridos.
Los que saben que estaban en los edificios y construcciones que cayeron tras el terremoto, siguen ahí, cerca de las ruinas y, desde lejos, solo observan la intensa labor del personal que incansablemente sigue removiendo escombros, en busca encontrar a alguien con vida.
La Ciudad de México; municipios de la zona sur oriente del Estado de México, el municipio de Jojutla, Morelos y otros más de Puebla, están devastados por la tragedia; las familias de los muertos y desaparecidos, están destrozados, pues aún no dan crédito al ver esos escenarios de destrucción y muerte. Estos siguen inconsolables y solo piden a los gobiernos Federal y de la CDMX, que aún no metan maquinaria pesada para remover escombros, pues aseguran aún hay personas atrapadas con vida y, es ahí, donde imploran que sean sus familiares.
La ayuda solidaria internacional de países hermanos, se ha sumado a las labores de auxilio y rescate; la intervención de binomios caninos sigue siendo importante en las labores de búsqueda entre escombros; sin embargo, hoy vivimos -una vez más-, otra desgracia; esta última tras el terremoto del 19 de septiembre de este 2017 -32 años después de aquellos sismos de 1985 que también devastó a la Ciudad de México-.
Hoy, México sufre; hoy México llora, hoy México vive una vez más otra desgracia, hoy México está de luto y, pese a todo eso… Hoy México no se doblega.
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